De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

21.4.07

Darse un Capricho


Este fin de semana parecía presentarse bastante aburrido, pero mi hermano decidió esta mañana levantarse pronto e ir al Parque del Capricho. El Capricho, proyectado en el S. XVIII como jardín del palacio de los Duques de Osuna, es un parque no demasiado grande situado en el extremo este de Madrid. De diseño entre barroco y romántico, no me acabó de convencer mucho, aunque tal vez fuese por la gran cantidad de gente que había. En cualquier caso, el millón de lilos floridos que alegraban la vista y llenaban el aire con su fragancia bastaban para justificar la visita.
Además, en un momento dado me di cuenta de que los arrullos de torcaces que resonaban de árbol en árbol no se parecían a un arrullo de torcaz en absoluto; en vez de la típica canción de cinco tonos se ensimismaban volviendo una y otra vez sobre el mismo tema. Levanté la vista, y allí estaban mis primeras palomas zuritas Columba oenas. Para ser francos, allí estaban mis primeras mil palomas zuritas, ya que casi en cada árbol había una pareja de estas elegantes palomas haciéndose arrumacos o visitando agujeros en los que poder nidificar. Se me han resistido hasta hoy todos estos meses que llevo en Madrid, pero... ¡qué bonitas son, las condenadas...!

1 comentarios:

At 19:11, Blogger Ángel Ruiz said...

Lo intento otra vez: enhorabuena por las zuritas.

 

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