De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

2.4.07

Lunes Santo: A Coruña

Como cada vez que tengo vacaciones, comienzan las peregrinaciones por Galicia adelante. A veces me canso y me cabreo con el mundo... ¿Por qué narices tengo que ser yo el que siempre vaya a ver a la gente, porque nadie se acerca hasta Orense ni aunque le paguen? ¿Puedo realmente decir que son amigos míos todos esos que, si no me preocupara yo de escribirles, llamarles o ir a verlos, no tardarían en olvidarse de mí...?
Y luego me calmo y me doy cuenta de que exagero, que ni ellos son tan malos ni yo tan bueno. Y disfruto al 100 % de un maravilloso día soleado en Coruña con Javi, otro de los muchos Javis que conozco y uno de mis mejores amigos. Realmente, no faltó de nada; ni siquiera un bonito macho de cotorra de Kramer Psittacula krameri en los jardines de Méndez Núñez, o una preciosa alca común Alca torda ya en plumaje nupcial flotando sosegadamente en aguas del puerto. Ya por la tarde, junto con su madre y su hermano, emprendimos la misión imposible de encontrar un traje que le quedara bien, para su acto de licenciatura. Tanto nos entretuvimos que estuve en un tris de perder el tren de vuelta a Orense...
Y ahora que lo pienso, sumando la ida y la vuelta hoy llevo 5 h de tren, y además me he hartado de pasear Coruña arriba y abajo. Parece mentira, ¿cómo puede luego la gente decir que no tiene tiempo de hacer nada?