Historias de domingo

Nuestros desayunos de los fines de semana no tienen nada que envidiar a los de cualquier hotel. De paso que salgo para ir a Misa aprovecho para comprar el pan y un par de croissants en La Antigua Tahona de Magallanes; no sé cómo los harán, pero su sabor no puede compararse con ninguna de las industrialidades de las otras panaderías. Tostadas con mantequilla y mermelada, café, galletas, yogur, zumo natural... ¡Así cualquiera empieza el día con ganas!
Esta mañana prácticamente por error hemos acabado visitando (aunque escapamos enseguida) una exposición de la Sala Alcalá titulada La Cámara del Eco. Arte británico; era de un gafapastismo tan subido que no creo que ni en la finada Chocolataría se hubiesen atrevido a exponerla. Intentad leer el texto del enlace; si conseguís entender algo, se ruegan explicaciones...

Pero siempre hay tiempo de enderezar un domingo. Esta tarde, de paso que me acercaba a comprar los billetes de tren para ir al acto de licenciatura a Santiago, pude entrar en la Estación de Chamartín en la 3ª Feria Nacional de Coleccionistas de Playmobil. Había gran cantidad de maquetas de forofos de estos muñequitos, cada una llena de pequeños detalles la mar de simpáticos: En una recreación de El Planeta de los Simios, George Taylor y Nova se encuentran a orillas del mar con... el Oso y el Madroño (vaya, vaya, pero si aquí no hay playa... ¿cosas del cambio climático?); y en otra maqueta aparecen ¡un par de clicks percebeiros! De todo, vaya. En Madrid se encuentra uno de todo...