Martes Santo: Vilar de Barrio

Esta mañana he ido con mi madre a la aldea, a comprobar que todo seguía correctamente en la casa de mis abuelos. Volvimos por los terrenos de la antigua Laguna de Antela. Los canales de drenaje de la misma, que normalmente llevan poca agua y en verano a penas ninguna, contaban con un caudal considerable, y toda la superficie estaba alfombrada del verde y rojo de la multitud de plantas acuáticas que medraron aprovechando esta efímera bonanza. Y allí, sesteando semisumergida en esta colcha vegetal, había una nutria paleártica Lutra lutra. Tenía muchas ganas de verlas, y realmente son unos animales preciosos. Retrocedimos con el coche para que mi madre pudiese verla también, pero al volver a pasar el animal receló y desapareció suavemente en el agua...
Ya por la tarde he quedado con Javi (otro Javi; también de la etapa de Lugo, como el de ayer, pero éste nativo de Orense) para dar una vuelta, y va fraguando la idea de una posible visita a Madrid durante el 1 de mayo; a ver en qué queda el asunto.