Hihi

Empiezo a hartarme de las obras en la Facultad... Últimamente los obreros han ocupado todos los ascensores y las colas para poder usar uno son interminables. No es de extrañar así que cada vez más gente opta por el sano ejercicio físico de subir escaleras; aunque las continuas idas y venidas a la planta 9 van a acabar con mi salud más que mejorarla. Yo me engaño, pensando que son las escaleras de la cúpula de San Pedro; para cuando llego arriba ya me da igual que las vistas tengan más bien poco que ver con las de la linterna de la Basílica...

Hoy (en la planta 9, cómo no) he asistido a una charla sobre Reintroduction and conservation of an endarbered New Zealand bird: The hihi, a cargo del Dr. John Ewen. El tal John es un tío de dos metros cuadrado como un armario, así que enseguida se ganó el mote de Hihi-man, como el muñeco de Greyskull. Para desesperación mía, éste hablaba inglés con mucha mayor soltura (es decir, mucho más rápido) que la sueca del viernes pasado, y además con una mezcla de acentos imposible de seguir. Pero como cuando hay hambre no hay pan duro, y el tema era muy interesante, conseguí enterarme de lo suficiente: El hihi Notiomystis cincta es una de las muchas especies de aves endémicas de Nueva Zelanda que estuvieron a punto de extinguirse por los problemas derivados de la colonización europea. Mientras que otras especies han respondido bien a los planes de conservación, el hihi no acaba de levantar cabeza, y en la charla vimos algunos de los problemas a los que se enfrenta este pájaro y cómo se intenta evitar su desaparición.