Época de cría (y II)
Más de aves reproductoras: Ya sabéis que me encantan los vencejos comunes Apus apus, por lo que implican de heraldos de la primavera y eso, pero el jueves pasado estuve a punto de cambiar de idea... Una pareja buscando un lugar donde hacer el nido, ha debido de encontrar no sé cómo entre las tejas de mi edificio un camino hasta el falso techo de mi cuarto (vivimos en el último piso, justo bajo el tejado), y a las seis de la mañana comenzaron a desperezarse. Las patas de los vencejos son tan pequeñas que, si se posan en el suelo, no son capaces de despegar de nuevo; pero eso no es óbice para que no puedan correr de un lado a otro, arañando la escayola, dándose golpes y chillando con alegría hasta que por fin deciden dejarse caer al vacío por la cornisa para ir a buscar el desayuno... Los habría matado, el jueves y cada uno de estos días, en los que siguen despertándome a horas intempestivas; ¡claro, como vienen a acostarse sobre las ocho de la tarde (que también los he oído, también)! Aunque ayer y hoy me he vengado; al tener clase a las 8:30, creo que ha sido mi despertador el que los ha despertado a ellos... ¡Que se fastidien!
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