De nuevo al tren
Bueno, pues ya estoy en Orense otra vez... Para los viajes en tren siempre me pertrecho con libros y revistas, que luego si (como hoy) hace buen día apenas toco, porque me entra el gusanillo del ¿y si ahora que no estoy mirando aparece algo interesante...? Algo como, no sé, un águila imperial ibérica Aquila adalberti volando a la altura del tren y a 10 m de mi ventanilla, por ejemplo... Por ejemplo como hoy, je je... ¡HA SIDO ALUCINANTE! Un adulto, precioso, cuerpo casi negro, hombros y melena blancos, pico gris plomo, enorme, perseguido por una urraca histérica... Nos acompañó unos metros y luego remontó para pasar sobre el tren, justo donde sobre la vía pasaba una ***** línea de alta tensión, que casi la roza, y yo aguantando la respiración y con el corazón en un puño, que no sabía si gritarle a todo el vagón que mirase por la ventana, que como éstas una en la vida y no más; si intentar sacar la cámara a toda prisa de la mochila para hacerle un foto; si empezar a mandar mensajes como un loco para que todo el mundo se muera de envidia (vaya, esto creo que esto sí que lo hice...). Y todo a los 15 minutos de haber salido, que ni Torrelodones habíamos pasado... De Madrid, al Cielo.
2 comentarios:
¿como a ún águila le puede perseguir una urraca?
Fácil; ya lo comenté hace algunos meses: http://antonenmadrid.blogspot.com/2007/03/mobbing.html
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