Historias de la migración prenupcial
El seguimiento de la migración de las aves a través de satélites es una utilísima herramienta, que permite conocer cuáles son las principales “autopistas” y “áreas de servicio” que utilizan estas viajeras, con lo que se pueden proteger de una forma más eficaz. Además, de vez en cuando permite tener noticia de hechos poco menos que milagrosos: Por ejemplo, el marcaje de agujas colipintas Limosa lapponica invernantes en Nueva Zelanda ha permitido conocer una ruta directa desde estas islas hasta China, en un viaje sin escalas de 9 días durante los que las aves recorren, sin la ayuda que el viento les presta en su migración otoñal, una distancia de 10.200 km.
Si bien la mayor parte de las aves europeas escogen en sus migraciones las rutas occidental (por Gibraltar) u oriental (por el Bósforo), una fracción no desdeñable usa la ruta central (Italia-Sicilia-Malta), sobre todo durante la migración prenupcial. Y en Malta, el refrán de ave de paso, estacazo se hace ley. Con apenas tres palmos de tierra, los malteses siempre se han sabido aprovechar del maná emplumado que durante varios meses al año pasa sobre sus cabezas. Ahora ya nadie necesita en Europa cazar para comer, pero la escopeta se ha transformado en una especie de tercer brazo de todo maltés que se precie, y pese a que desde su entrada en la UE la Directiva Aves les prohíbe expresamente el ejercer la caza en contrapasa, en la isla... prefieren ignorarlo, por decirlo suavemente. BirdLife Malta consiguió hace poco que se prohibiera la caza en los cemementerios, que son de los pocos lugares que aún conservan árboles en ese país superpoblado, pero aún queda mucho camino por recorrer...
0 comentarios:
Publicar un comentario
<< Home