Adiós no; hasta pronto...

Parece mentira, en poco tiempo lo que se puede llegar a querer a la gente... A lo largo de toda esta semana he ido despidiéndome de unos y otros, confiando en que volveremos a vernos, aunque me temo que no sea pronto. Ayer por la noche estuve con Mario; mañana se va dos meses de voluntario al Parque Nacional de Alhucemas. Y hoy tenemos una especie de quedada de despedida general: Gaetano el martes se vuelve a Italia, Jorge y Vero se van el lunes de monitores de un campamento de chavales discapacitados... Yo mañana vuelo a Mallorca, a ir conociendo a mi futuro jefe, compañeros y centro de trabajo. En principio tendré acceso a Internet, así que confío en seguir escribiendo. En cualquier caso, volveré el sábado a Madrid, para después en breve (algún día tendría que ser) subir a Galicia.

Y poco más; las tenias de la congoja andan bastante activas por mis tripas...