En torno al hijo de Zebedeo

La festividad de hoy me ha hecho rememorar un recuerdo que guardo con particular cariño... En enero de 2005 coincidieron en el tiempo dos hechos aparentemente no relacionados: por un lado se acababa de clausurar el Xacobeo 2004, y por otro el director de nuestro Colegio Mayor cumplía, por primera y única vez en su vida, 40 años. Y en La Estila de madrugada las cabezas funcionan muy bien...
Apenas nos llevó unos minutos organizarlo todo. Con la colaboración inestimable de la imagen de Santiago que desde una esquina del vestíbulo contempla las idas y venidas de los residentes, recreamos una procesión a lo largo de toda la Avenida de Coímbra. No faltaba de nada; ni el reportero de la gallega, ni el botafumeiro, ni el cura, ni las viejas arrojando pétalos de flores, ni por supuesto los cuatro porteadores del santo que, esforzados, cantábamos a grito pelado lo del Santo adalid... ¡Ay, lo que daría por poder subirlo a YouTube para que lo vieseis, eso y todo el resto del memorable vídeo!
Alrededor de Semana Santa habría matado por volver a Santiago, pero en estos últimos meses me he ido transformando imperceptiblemente en un madrileño de la peor calaña, al que ayer a la media hora de llegar le agobiaban las cuatro paredes de su casa. Y hete aquí que me despierto hoy saloucando polas miñas pedriñas, molladas de orballo... ¡Que se me pegue la lengua al paladar si alguna vez me olvido de ti, Compostela...!