Rapaces varias
Hoy en la Tramuntana, camino de Esporles, doblete: Primero una pareja de buitres negros Aegypius monachus y luego un milano real Milvus milvus. Ambas rapaces están en inminente peligro de extinción en esta isla, así que (aunque conocidas de antes) me alegro de haberlas visto…
Pero me alegro mucho más de haber visto un halcón de Eleonora Falco eleonorae, así llamado por la reina que gobernó toda Cerdeña tras vencer la guerra contra Aragón. Es un halconcito pequeño y precioso, con dos fases de color; la normal (de la foto) y otra uniformemente negruzca. Es una especie bastante escasa, que cría en islas e islotes de la cuenca mediterránea (y algunos también en Canarias). Pasa el invierno nada más ni nada menos que en Madagascar, y vuelve a nuestras tierras tarde, hacia junio. Tras pasarse un mes comiendo escarabajos en el interior de la Península (hecho descubierto hace unos pocos años) se dirige por fin a las islas, haciendo coincidir el nacimiento de sus pollos con el punto álgido del paso de ese maná con alas que son los millones de avecillas que migran en otoño de Europa a África, atravesando el mar de un tirón.
Pues eso, a pesar de que el bicho no estaba donde debería estar, para envidia (sana, espero) de Javi y de alguno más, esta semana ya he visto un par de veces a una de estas preciosas aves volando a media altura sobre la ciudad de Palma, a la búsqueda supongo de algún vencejo despistado...
Pero me alegro mucho más de haber visto un halcón de Eleonora Falco eleonorae, así llamado por la reina que gobernó toda Cerdeña tras vencer la guerra contra Aragón. Es un halconcito pequeño y precioso, con dos fases de color; la normal (de la foto) y otra uniformemente negruzca. Es una especie bastante escasa, que cría en islas e islotes de la cuenca mediterránea (y algunos también en Canarias). Pasa el invierno nada más ni nada menos que en Madagascar, y vuelve a nuestras tierras tarde, hacia junio. Tras pasarse un mes comiendo escarabajos en el interior de la Península (hecho descubierto hace unos pocos años) se dirige por fin a las islas, haciendo coincidir el nacimiento de sus pollos con el punto álgido del paso de ese maná con alas que son los millones de avecillas que migran en otoño de Europa a África, atravesando el mar de un tirón.
Pues eso, a pesar de que el bicho no estaba donde debería estar, para envidia (sana, espero) de Javi y de alguno más, esta semana ya he visto un par de veces a una de estas preciosas aves volando a media altura sobre la ciudad de Palma, a la búsqueda supongo de algún vencejo despistado...
0 comentarios:
Publicar un comentario
<< Home