De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

26.7.07

Si algo contribuye a hacerme más ameno el regreso a Galicia es que ahora son las fiestas de mi barrio (A Ponte). Literariamente me gustaría tirar del socorrido “cada año, peores...” tan habitual entre la población mayor de 14 años; pero la verdad es que este año hay bastante animación.
Sin embargo nunca me han gustado especialmente las fiestas de barrio si no es por las orquestas; me divierte mucho ver cómo a las canciones de moda de ayer y hoy les dan su toque personal, y sobre todo me gusta ver cómo las parejas a partir de una cierta edad bailan siempre de la misma manera, ya sean pasodobles o rumbas lo que interpreten los músicos.
Tomando el pulso al ambiente estas dos últimas noches, compruebo que siguen muy de moda los ritmos latinos, destacando en especial las socorridas cumbias; y que las reinas indiscutibles siguen siendo Bandolera y El de los ojos negros (mil perdones por lo cutre de los vídeos, pero es lo mejor que he podido sacar de YouTube). Se está poniendo en boga sin embargo el acabar los conciertos con el andar miudiño de las narices; canción a la que a causa de Mario Clavell (a buen, pocas) le tengo una cariñosa tirria. Desde luego, nada mejor que El Manisero...