De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

30.10.06

Segunda primavera

En los lugares con clima mediterráneo no hay otoño; hay una segunda primavera. Las lluvias de las semanas pasadas y el calor de estos días han despertado al monte de su estivación. De la noche a la mañana la tierra reseca de los pinares que salpican el campo se ha transformado en un campo de hierba. Achicorias, hipéricos y cardos han decidido darse una segunda oportunidad y florecer por segunda vez, acompañando a las flores típicamente otoñales como el azafrán. Muchos árboles han hecho brotar parte de sus yemas y algunos, como los ciruelos negros, han echado incluso flores, flores que ya se van transformando en pequeños frutos... que nunca llegarán a madurar. Porque Madrid está lo suficientemente en el interior como para que esta primavera fugaz se vea pronto segada por un invierno gélido. Los árboles van amarilleando, y a los trinos habituales se ha unido uno nuevo: el del primer petirrojo de la temporada, que recién llegado de tierras norteñas proclama a quien quiera oírlo que está ahí, que es el más chulo y que no piensa compartir con nadie su trocito de césped...

3 comentarios:

At 10:04, Blogger Ángel Ruiz said...

Antón, tío, qué bien escrito: precioso.

 
At 10:56, Blogger Antón Pérez said...

Tú, que me ves con buenos ojos. De todas formas, tengo un buen maestro... (Durrell, por supuesto)

 
At 10:58, Blogger E. G-Máiquez said...

Al Puerto también ha llegado ya el primer petirrojo, pero aún no suena tan bien como en esta página.

 

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