De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

14.11.06

Zoología Marina - Día 1


Por fin llegó el 4 de noviembre, y con él la tan ansiada vuelta a Montalvo, la playa de mi infancia. Decidí adelantarme a mis compañeros e ir ya por la mañana, de forma que pude disfrutar de un día de playa con Blas en Caneliñas (Portonovo). El sol calentaba agradablemente, y no sé si era por las ganas que tenía después de casi un año sin pisar la arena o si porque al detenerse el upwelling estival la temperatura del agua había aumentado, pero creo que nunca el agua ha estado tan buena.
Comimos después en su casa, y me alegré mucho al ver la confianza y simpatía con que se trataban padres y hermanos. Desgraciadamente esto no se ve ya todos los días... Por la tarde, y aprovechando que su hermano Fran se está sacando el carnet, fuimos hasta A Lanzada, donde él y su padre tenían amplios aparcamientos para practicar y nosotros la ensenada de O Bao, repleta de ánades de varias clases, agujas, zarapitos y otras limícolas.
De vuelta a Portonovo, y antes de marcharme al hotel, tuve tiempo de ir a Misa de víspera. Me ha extrañado bastante el que esta excursión cogiese un fin de semana entero. "Teníamos que aprovechar las mareas vivas, que coinciden cuando coinciden", fue la explicación de los profesores, pero realmente salvo yo ninguno de los allí presentes habría podido ir a Misa el domingo aunque hubiese querido , pues el trabajo de los días siguientes fue realmente agotador.
Ya por la noche en el Hotel Sixto, un reventón de las cañerías "recién cambiadas" (sic) nos dejó sin agua. Gaetano, siempre optimista, citó a su manera al Igor de El Jovencito Frankestein: "Podría ser peor; ¡podría lluviar!"

1 comentarios:

At 12:39, Anonymous Anónimo said...

Muy mal hotel, viejo con habitaciones viejas e instalaciones deficientes. Los baños son muy pequeños y además tienen la mitad de los azulejos rotos. La ducha se cae. No sale bien el agua caliente (solo sale bien a veces).
La cerradura de la puerta de la habitación es de lo más cutre. Solo tiene un simple pestillo y la llave solo sirve para girar el pomo de la puerta. Estoy convencido de que con cualquier llave de cualquier habitación se podría abrir cualquier otra habitacíón de este mismo hotel.
No tienen para poner en la puerta el cartel de: "No molestar", de forma que las de la limpieza llaman a la puerta, te despiertan y se meten aunque estés durmiendo, incluso el día en el que te marchas.

Hay algunos enchufes de la habitación que no funcionan. La tele no tiene ni marca (es una pantalla pequeña de lo más cochambrosa que se oye y se ve muy mal).

Por la noche se escucha el ruido de la carretera, que por cierto es una carretera muy muy transitada. Y están todo el rato pasando coches y se oyen desde la cama.

Si vais a este hotel os recomiendo que os traigáis la almohada de casa, ya que las de aquí son horribles. Muy blandas y muy bajas. Tuve que poner unos cojines debajo de la almohada.

Al abrir el armario olía a polvo y a cerrado un montón.

El parking como tal no existe. Consite en 4 sítios (5 cuando no ponen un contenedor en todo el medio) superestrechos que hay que dejarlo raspando la pared y para salir hay que dar marcha atrás. Se aparca muy mal y se maniobra peor. Hay agujeros en el suelo del parking (una canaleta lateral para desaguar junto a una pared) y varios agujeros de tuberias de desagüe en el suelo sin tapar bien, de forma que te puedes partir un pie como no mires bien por donde pisas.

Como digo un lugar muy cutre donde ni siquiera vale la pena por poco dinero que cueste.

Podría seguir poniendo cosas en contra, pero yo creo que con esto para advertiros de que no vayais, y para que os hagais una "leve" idea, creo que es más que suficiente.

Saludos y felices vacaciones.

 

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