De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

26.12.06

Una vida sobre ruedas

Al venir a Orense esta Navidad temía encontrarme a mis abuelos mucho peor de lo que están; realmente no han cambiado desde que vine en noviembre. Si acaso mi abuela tiene más momentos de poca lucidez, pero nada alarmante.
Estos días que estoy en casa puedo llevar a mi abuelo a la estación del tren. La estación es el lugar de encuentro de los jubilados de la zona: hay amplias salas con calefacción para pasear, bancos para sentarse, cafetería, urinarios... y un montón de filósofos frustrados dispuestos a arreglar el mundo desde este Areópago de la tercera edad. El proceso es el mismo todas las mañanas: a las 11:30 baja las escaleras con las muletas y al que le toque lo lleva hasta la estación en la silla de ruedas, para "aparcarlo" allí hasta las 14:00, cuando se repite el proceso a la inversa.
A veces, cuando lo llevo en la silla, nos cruzamos con alguna mamá (o tal vez una flamante abuela) que pasea a su niño en la sillita. Siempre hay una fracción de segundo en la que los cuatro nos miramos a los ojos, y lo que allí se dice sin palabras sería demasiado largo para expresarlo aquí... allá cada uno, que se lo imagine.
En fin, el chiringuito se cierra por descanso vacacional hasta el 31 de diciembre; sed felices.