De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

8.2.07

Pitando bajo la lluvia

En Madrid, antes de levantar la persiana por la mañana, se sabe si está lloviendo no por el ruido de las gotas, si no por el de las bocinas.
Aquí la gente conduce rematadamente mal, rápido y con un cabreo permanente. Llevábamos ya muchos días con el cielo siempre cubierto, que no acababa de decidirse por abrir o descargar. Por fin, hoy se ha puesto a llover. Los músicos motorizados que tanto abundan por aquí estaban ya nerviosos, con la mano apoyada en el claxon, esperando a que por fin el agua marcase el comienzo del concierto, para deleitarnos a todos los peatones con su arte. Y ya si en una rotonda aparece dirigiendo el tráfico un agente de movilidad (o “de inmovilidad”, como les llaman por aquí)... ¿Quién quiere irse a Viena en Año Nuevo, teniendo el paraíso tan al alcance de la mano.
Pero la lluvia ha durado poco, y al volver de la Facultad a casa esta tarde ya casi no quedaban nubes... Es una pena; tanto tiempo como me llevó adaptarme a Santiago y ahora en unos pocos meses se me están atrofiando las branquias.