De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

4.3.07

Hola. Me llamo Íñigo Montoya... y no me gusta el pollo


Ayer por la noche, por cortesía de Antena 3, pude ver de nuevo una de las películas tótem de mi infancia: La princesa prometida, que tanto nos gusta a los cuatro hermanos. A pesar de los años pasados desde la última vez que la vi, todavía recordaba muchos de sus diálogos y la disfruté tanto como la primera vez (en fin, es un decir. Era tan niño que no recuerdo si me gustó mucho o poco...). No tengo palabras para describir lo emocionante que me resulta la historia, así que dejemos que otros lo hagan por mí.
Agradezco también a Antena 3 las interminables pausas publicitarias, que me permitieron deleitarme mirando el eclipse de Luna desde la ventana. Fue algo tan progresivo, que me imagino que de haber ido con mis amigos al planetario, sin nada más que hacer que mirar al cielo, me habría resultado bastante pesado. Verlo a intervalos resultaba así mucho más entretenido, aunque he de reconocer que me esperaba algo más impresionante, una luna de un color sangre algo más apocalíptico y no un manchurrón tan ocre... A ver qué tal en 2029.