De intercambio en Madrid

Las aventuras de un SICUE gallego en la Villa y Corte

10.3.07

Que yo muevo peña, ¿oístes?...

Pintaba bien el día, con hordas de biólogos deseosos de culturizarse en el Museo de Ciencias Naturales y en el Prado... Lástima que a las 10:30, tras media hora de espera, delante de la boca del metro de Gregorio Marañón sólo estuviese yo... En fin, se ve que las mañanas de sábado no son el mejor momento para montar planes; habrá que buscar alguna tarde tranquila entre semana.
Por no perder la costumbre fui por la mañana a dar una vuelta con mi hermano; vuelta que se convirtió en un paseo considerable, en el que sólo un par de tapas nos impidieron llegar al límite de nuestras fuerzas. Y ya que de tapas hablamos, la cena de anoche estuvo bastante bien. Yo había sugerido, a tenor de la situación, ir a un italiano, pero ya que Efrem el lunes iba a estar de nuevo comiendo comida italiana de verdad, optamos por... ¡un gallego! (Taberna Maceiras, calle Huertas 66). Podéis leer las opiniones del enlace; me hacen bastante gracia, sobre todo las que se creen que con colgar un par de fotos de vacas y un nuncamáis de la pared ya se consigue la típica taberna gallega. La comida (pulpo, croquetas de bacalao, pimientos de Padrón, almejas, calamares y tarta de Santiago y filloas) no estaba mala, con el aliciente además de que al ser viernes por la noche pudimos ver Luar; ¡con qué poco se contenta uno!